Cómo Bruselas sabotea el abandono del hábito de fumar
Los fracasos de la Comisión Europea en breve
La Comisión Europea está fallando a los fumadores de Europa al negarse a reconocer un hecho básico: Las bolsas de nicotina y otras alternativas sin humo no son cigarrillos.Se encuentran en niveles de riesgo completamente diferentes, pero Bruselas insiste en tratarlos como si fueran igualmente dañinos. Esto no es un descuido, sino una política basada en narrativas engañosas que mantiene a la gente atrapada con el producto más peligroso del mercado.
Ya sabemos que la reducción de daños funciona. El éxito de Suecia en materia de seguridad casi libre de humo, junto con los sólidos resultados de Grecia y la República Checa, demuestran que cuando las personas tienen acceso a opciones más seguras, las tasas de tabaquismo se desploman. En lugar de aprender de estos ejemplos, la Comisión ignora el problema.
Al mismo tiempo, Bruselas avanza silenciosamente hacia poderes tributarios centralizados sobre los productos de tabaco y nicotina. Si tiene éxito, esto encarecerá y reducirá el acceso a alternativas más seguras, especialmente para los consumidores de bajos ingresos, quienes más se benefician.
Esta dirección imprudente corre el riesgo de echar por tierra una década de progreso en salud pública. Europa necesita ciencia clara, comunicación honesta y respeto por los Estados miembros que han demostrado lo que significa una verdadera reducción de daños.