Así que aquí está la historia: Finlandia, el país que nos dio las saunas, el silencio y el café fuerte, ahora está tomando medidas enérgicas contra… ¿los sabores?
Sí, de verdad.
No animando a la gente a dejar de fumar. No invirtiendo en la reducción de daños. Sino... narración Usted sabe qué sabores puede utilizar.
¿Y la lista? Es corta. Solo dos: menta y mentol. ¿Todo lo demás? Prohibido. Esto no es una política de salud pública. Es... control del sabor.
Hablemos de lo que esto realmente significa. Los sabores no son un truco.
Son una de las principales razones por las que las bolsas de nicotina realmente ayudan a dejar de fumar. Quienes antes fumaban ahora tienen una opción que no quema, no huele y no daña a quienes los rodean.
La gente deja lo que funciona. ¿Quitarles el sabor que les gusta? No lo dejan. Recaen.
¿Y dónde está la evidencia? Ningún estudio demuestra que prohibir las cerezas o los cítricos mejore la salud de nadie. Y, sin embargo, aquí estamos: el Parlamento de Finlandia... votar sobre una ley que podría destruir toda una categoría de reducción de daños, no porque sea peligroso, sino porque… ¿tiene sabor?
¿Qué sigue? ¿Pasta de dientes normal?
Si prohibimos todos los productos “saborizados”, será mejor abastecerse de champú de menta: todo lo demás podría ser el siguiente.
Seamos honestos: prohibir los sabores no mejora la salud de las personas. Solo dificulta dejar de fumar.
No se trata de salud. Se trata de apariencias. Se trata de mostrarse "duro con la nicotina", incluso si eso significa que más gente siga fumando.
Nuestro mensaje a Finlandia: en Considerate Pouchers, creemos en hechos y opciones que funcionan.
Las bolsas de nicotina no son una amenaza. Son una solución — una que ya está salvando vidas en toda Europa.
Así que, en lugar de prohibir los sabores, tal vez sea hora de que dejemos de hacer políticas basadas en el miedo y empecemos a confiar en las personas que realmente han dejado de fumar.