Durante años, la política sobre la nicotina en Europa fue aburrida. Técnica. Burocrática. Escrita por personas que nunca habían conocido a un fumador que realmente hubiera dejado de fumar. Eso cambió.
Porque ahora la Comisión Europea no sólo debate sobre regulación.
Se trata de buscar las mismas herramientas que ayudaron a millones de personas a mejorar sus vidas. Y fue entonces cuando dejó de ser teórico. Fue entonces cuando se volvió personal.
Conocemos a estas personas
No hablamos de estadísticas en una hoja de cálculo. Hablamos de amigos que dejaron de toser cada mañana.
Padres que ya no huelen a humo al abrazar a sus hijos. Compañeros que finalmente renunciaron tras fracasar con parches, chicles y buenas intenciones. Lo hemos visto de cerca. Lo hemos vivido.
Las bolsas de nicotina no surgieron de la nada. Surgieron donde nada más funcionaba. Silenciosamente. Efectivamente. Sin fanfarrias. Sin humo. Sin sermones. Y ahora Bruselas quiere fingir que eso nunca ocurrió.
Cuando la burocracia se encuentra con la realidad
Esta es la incómoda verdad: quienes redactan estas políticas no conocen a las personas afectadas. Nunca han escuchado a alguien decir: "Esto es lo primero que me funcionó". Nunca han escuchado: "Por fin lo dejé". Nunca han visto a alguien recuperar su salud sin ser perfecto, simplemente siendo mejor. Pero nosotros sí.
Y cuando las instituciones ignoran esa realidad, cuando lo reducen todo a "la nicotina es nicotina", no están siendo cautelosas. Están siendo descuidadas. Descuidan la vida de las personas. Descuidan el progreso. Descuidan la verdad.
Eligieron la pelea equivocada
La Comisión podría pensar que esto es solo otro expediente de política. Otro anexo de salud. Otra línea en un informe. No lo es.
Porque al otro lado de este debate hay personas reales que tomaron decisiones difíciles y finalmente ganaron.
Y cuando les dices a esas personas que su opción más segura de repente es un "riesgo", o que debería gravarse, restringirse o regularse como los cigarrillos, no las estás protegiendo. Las estás insultando. Les estás diciendo que su éxito no cuenta. Que su experiencia no importa. Que la evidencia de sus propias vidas es incómoda. Ahí es cuando surge la resistencia.
¿Por qué existe Considerate Pouchers?
Considerate Pouchers existe por una razón: porque nadie más defendió a quienes dejaron de fumar gracias a las bolsas. Ni las ONG que hablan... acerca de fumadores pero nunca a Ellos. No las instituciones que confunden el daño con el hábito. No los legisladores que creen que prohibir cosas es lo mismo que resolver problemas. Somos la línea entre la experiencia vivida y la fantasía burocrática. Hablamos por quienes no tienen voz y que acaban de encontrar algo que funcionó y quieren vivir vidas más saludables.
La última línea de defensa
Seamos honestos: si Considerate Pouchers no se opone, nadie lo hará. Porque una vez que la reducción de daños se redefine como "daño", una vez que las bolsas se tratan como cigarrillos, una vez que las historias de éxito se borran de la conversación, no hay vuelta atrás.
No se trata de política. Se trata de credibilidad. Se trata de honestidad. Se trata de si la salud pública escucha la realidad o la ignora.
No elegimos esta lucha. Pero cuando las personas que nos importan corren peligro por malas políticas, no nos hacemos a un lado. Nos mantenemos firmes.
Y no vamos a ninguna parte
La Comisión quizá pensó que esto era abstracto. Sabemos que no lo es. Lo convirtieron en algo personal.
Y es por eso que Considerate Pouchers está aquí, como la última, mejor y única línea de defensa para los fabricantes de bolsas en todo el mundo.
Porque cuando las instituciones se olvidan de las personas, alguien tiene que recordárselo. Y eso es precisamente lo que seguiremos haciendo.
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