En un anuncio Tras un debate considerable, Luxemburgo se prepara para imponer nuevos impuestos a los cigarrillos electrónicos y las bolsitas de nicotina a partir del 1 de octubre de 2024. Según los ministros de Sanidad, Martine Deprez, y de Hacienda, Gilles Roth, quienes respondieron a una consulta del diputado Sven Clement, del Partido Pirata, la propuesta impondrá un impuesto de 120 € por litro a los líquidos de vapeo y de 22 € por kilogramo a las bolsitas de nicotina. Esta medida forma parte de un programa nacional antitabaco más amplio que pretende abarcar estos productos de tabaco de nueva generación.
En Considerate Pouchers, consideramos que este enfoque no solo es contradictorio, sino también potencialmente perjudicial para las iniciativas de salud pública dirigidas a dejar de fumar. A continuación, explicamos el porqué.
Las alternativas más seguras
En primer lugar, es ampliamente reconocido en la comunidad científica que los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina son menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. Salud Pública de Inglaterra, por ejemplo, ha... reportado Vapear es 95% menos dañino que fumar tabaco. Las bolsitas de nicotina, de igual manera, ofrecen una alternativa sin humo, proporcionando nicotina sin el alquitrán, el monóxido de carbono ni otras sustancias químicas nocivas presentes en los cigarrillos.
Implicaciones económicas de impuestos más altos
La decisión de imponer impuestos tan elevados a estos productos busca reducir su consumo. Sin embargo, esta política no considera que muchos fumadores han recurrido a estas alternativas para dejar de fumar. Al encarecer estos productos, el gobierno no solo penaliza a quienes intentan reducir los riesgos para la salud, sino que también, sin darse cuenta, desalienta a los fumadores a optar por estas alternativas más seguras. La barrera financiera creada por el aumento de impuestos podría obligar a muchos a seguir fumando cigarrillos tradicionales, que siguen siendo más baratos y dañinos.
Impacto en el consumidor y el abandono del hábito de fumar
El impacto en los consumidores es evidente: el aumento de precios dificultará el acceso de los fumadores a estas alternativas más seguras. En un momento en que la salud pública debería ser una prioridad, es crucial fomentar, y no obstaculizar, la adopción de herramientas de reducción de daños. El nuevo régimen fiscal podría revertir los avances logrados en las iniciativas para dejar de fumar, al hacer que los productos menos dañinos sean menos accesibles y asequibles.
Un enfoque contradictorio de la salud pública
Además, esta política parece contradecir la esencia misma de la promoción de la salud pública. Si bien el objetivo del programa antitabaco de Luxemburgo es reducir las tasas de tabaquismo, la inclusión de productos de nicotina más seguros en las medidas fiscales punitivas envía señales contradictorias. Si el objetivo final es mejorar la salud pública, las políticas deberían alinearse para apoyar la adopción de alternativas menos dañinas en lugar de agruparlas con los productos de tabaco tradicionales, más peligrosos.
En Considerate Poachers, instamos a reevaluar esta política. Un enfoque más equilibrado consideraría el papel de los cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina en la cesación del tabaquismo. En lugar de imponer impuestos prohibitivos, el gobierno debería centrarse en regular estos productos para garantizar su seguridad y eficacia, a la vez que los mantiene accesibles económicamente para quienes más los necesitan.
Esta política podría socavar inadvertidamente los objetivos de salud pública y perpetuar el mismo problema que busca resolver. Creemos en promover la salud sin penalizar a quienes intentan tomar mejores decisiones.